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OBJETO Y OBJETIVOS LUCHA


Nuestros elementos de lucha están compuesto por factores de vital interés y trascendental importancia. El objeto está conformado por las plantas prohibidas, sustancias derivadas, los individuos relacionados o no relacionados con estas sustancias, sumado a los contextos culturales, económicos y políticos. 

Los objetivos a nivel general son el de acompañar y atender las culturas relacionadas con plantas prohibidas y sustancias derivadas. También proponemos construir política sobre plantas prohibidas de forma incluyente y participativa; construidas por los colombianos para los colombianos, que de paso a la postguerra contra las drogas y este acorde al derecho humano internacional, facilite la convivencia urbana y rural, garantizando la salud y la educación en el país en pos conflicto.


 

DIMENSIONES DE ACCION.

 

Hablar de las dimensiones de la acción significa proponer unos ejes o niveles de acción política al interior de una agenda o programa de gobierno que promoveremos desde el Senado de la República.

Un eje de acción, es el de las Plantas prohibidas y Sustancias derivadas como elementos patrimoniales de las culturas y la humanidad. El segundo eje o dimensión de las acciones políticas del gobierno son los Individuos relacionados y No – relacionados con plantas prohibidas y sustancias derivadas. El tercer eje de acción, de vital relevancia, son los Contextos Sociales en los cuales las plantas prohibidas y sustancias derivadas cumplen un papel, adquieren un sentido y generan diversas dinámicas sociales que construyen realidades y destinos lamentablemente fatales, y seductoramente paradisiacos.

● Proponer una agenda de gobierno sobre las Plantas prohibidas y sustancias derivadas implica tener en cuenta un principio de relación latente entre seres vivos y seres vegetales; reino animal y reino vegetal, reinos que cohabitan y evolucionan derivado de una milenaria simbiosis. Las plantas no solo alimentan el cuerpo, también alimentan el alma; modifican la mente, alteran los sentidos, generan encuentros, ratifican y avivan las culturas. Las plantas prohibidas enseñan y dan poder, contienen información, a la vez que generan información, por lo tanto deben ser tenidas en cuenta como seres vegetales reales dignos de respeto.

Las plantas prohibidas contienen principios activos que, derivado del uso y consumo humano, el desarrollo de la química, y el crecimiento salvaje del sistema económico, se convierten en mercancías prohibidas por los estados, resguardadas por las mafias, y deseadas por los individuos. La prohibición de las sustancias derivadas de plantas prohibidas obedece a la falta de explicación científica y comprensión social del fenómeno. Obedece a la ausencia de un interés social y voluntad política para superar un problema que hoy en día exige nuevos enfoques, pero continúa sin solución.

Planteamos tener en cuenta a las semillas y las plantas prohibidas como patrimonio biológico y cultural de la humanidad. Soberanía Vegetal.
Planteamos liberar la planta de Coca, Marihuana y Amapola de las leyes locales y globales, a la vez que proponemos una normalización regulada por la sociedad de sus usos y consumos.
Proponemos diferenciar las plantas prohibidas de las sustancias derivadas. La planta de Coca no es cocaína como uva no es vino.
Proponemos redefinir y reclasificar las sustancias derivadas de las plantas prohibidas de manera biológica y social. Cada sustancia en su lugar.

● Otra dimensión de acción son los individuos que cotidianamente, independiente del consumo, se relacionan directa e indirectamente, con estos elementos, y viven inmersos en contextos sociales donde las plantas prohibidas y sustancias derivadas son protagonistas. Nuestra sociedad ve en el individuo su mayor baluarte y mejor pieza a cuidar. Procura garantizar derechos como la libertad, educación, salud, libre desarrollo de la personalidad, libertad de acción y pensamiento. Cuando los estados prohíben la relación entre individuos y plantas prohibidas se contradice en la medida que, so pena de cuidar y velar por la integridad individual y seguridad social, desconoce derechos humanos fundamentales. Se es libre de hacer lo que se quiera, siempre y cuando se obedezca, inclusive se es libre, siempre y cuando page la pena o el soborno policial. Por tal motivo proponemos:

Formar y educar, en ciencia y política, a comunidades afectadas por la guerra contra las drogas, para movilizar y fortalecer la incidencia que estas minorías pueden y deben tener al interior de las políticas, economías y culturas de plantas prohibidas y sustancias derivadas.
Atender a los individuos No – consumidores, y los individuos relacionados con estas plantas (cultivadores, usuarios, consumidores, productores, traficantes y distribuidores), desde enfoques de base comunitaria, que permita incluir y empoderar los actores reales, e impulsarlos a construir de manera participativa, consensos, pactos y alternativas que ofrezcan beneficios sociales a un país en postconflicto.

● A nivel de contextos sociales proponemos atender y fortalecer las culturas ancestrales, tradicionales y contemporáneas relacionadas con plantas prohibidas y sustancias derivadas. Proponemos un trabajo cultural que rompa el tabú y el miedo que ha guiado a la sociedad durante milenios. También planteamos propuestas que den alternativas económicas reales y alternativas a las comunidades relacionadas con la producción, trasporte, distribución y consumo y uso de las plantas prohibidas y sustancias derivadas. A nivel político planteamos de manera específica prestar atención sobre los temas vaporosos y contradictorios de la ley, garantizar los derechos de individuos usuarios y no-usuarios, debatir y presentar proyectos de ley, y ejecutar control político sobre la temática.

Proponemos desarrollar una pedagogía de las drogas que informe, forme y eduque a la sociedad en general (padres de familia, policía, jueces, fiscales, usuarios, no-usuarios, maestros y profesores). 
Generar desde el Ministerio de Educación currículos académicos para los infantes y adolescentes, en colegios y universidades.
Construir el Instituto Colombiano para la formación, investigación e intervención sobre plantas prohibidas y sustancias derivadas. 
Proponemos generar procesos culturales para desestigmatizar las comunidades aborígenes, campesinas y urbanas que se relacionan con plantas prohibidas y sustancias derivadas.
Planteamos apoyar las culturas ancestrales, tradicionales y contemporáneas relacionadas con plantas prohibidas y sustancias derivadas. (Culturas aborígenes, cultura electrónica colombiana, cultura cannabica, culturas urbanas).
Apoyar el autocultivo de la Cannabis como una cultura urbana y estrategia de reducción de daños y riesgos. 

A nivel económico proponemos diferenciar las mercancías y diversificar los usos de las plantas prohibidas. Apoyo y asistencia al campesinado para la generación de proyectos alternativos que tenga en cuenta los diversos usos industriales, médicos, cosméticos, gastronómicos y recreativos que tienen las plantas prohibidas y algunas sustancias derivadas de ellas.
Generar circuitos voluntarios y experimentales de producción, transporte, distribución y consumo de cannabis, a manera de proyecto piloto de liberación y normalización de esta planta para el uso recreativo. Circuitos cerrados y voluntarios, a partir de buenas prácticas, sin publicidad y aptos solo para mayores de edad.

A nivel político proponemos impulsar una Asamblea Nacional para la construcción de políticas sobre plantas prohibidas y sustancias derivadas, con un carácter incluyente y participativo, acorde a las recomendaciones globales y necesidades locales de cambio de enfoque, que tenga en cuenta el respeto a la diferencia cultural y derechos humanos fundamentales, y de protagonismo a los cultivadores, traficantes, usuarios y consumidores en esta tarea.
Planteamos un modelo político de regulación comunitaria que propenda por la normalización y liberación del uso y consumo recreativo de plantas prohibidas, y la reglamentación de la producción, transporte y distribución de sustancias y mercancías de uso industrial, medicinal, cosmético, y gastronómico derivado de estas plantas.
Planteamos un proyecto de ley que permita amnistía, perdón y olvido a individuos encarcelados por delitos menores relacionados con producción, trasporte, distribución, porte y narcomenudeo de plantas prohibidas y sustancias derivadas.
Realizaremos control político sobre las instituciones gubernamentales y no gubernamentales que ejecutan proyectos sociales relacionados con la temática. 

 

Exigimos el final de las fumigaciones con glifosato sobre los campos colombianos.
Normalizar clubes y asociaciones de cultivadores urbanos de Cannabis, y facilitar la normalización de lugares y sectores aptos para el uso y consumo de Cannabis.

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